Publicado originariamente en Fotolog, el 22 de Diciembre del 2008
Cuando uno se pone a pensar en lo mínusculo que es, y en lo perfectamente reemplazable, en la de años que llevan ahí estas piedras, lo magnificas que son todavía. En la de estrellas que hay alli arriba. Y en como te erizan la piel cuando te detienes a mirarlas. En la de gente que va y viene. Y la que pasa, toca el corazón y se va. Y en la que se queda un rato. Y en la que vuelve, y en la que no es más que un parpadeo o una sonrisa amable al subir al autobús.
En lo innecesarios y remplazables que somos cada uno de nosotros. Y en lo poco que cambiaria el mundo si no estuvieramos. Y en lo poco que cambiará cuando ya no estemos.
Cuando uno asume todo eso, ser feliz, se convierte no solo en un derecho, sino en una obligación. Y no serlo, o no hacer todo lo posible por ello, aparece de repente como la más suprema estupidez.
Ah.. y feliz navidad a todos!
Molt bon Nadal, Laia!
ResponderEliminarMirem de conquerir alguna cosa semblant a la felicitat i, mirem també, de fer que els altres ho aconsegueixin.
El hecho de ser insignificantes es precisamente lo que sume a muchos en la tristeza.
ResponderEliminarAndamos super liadas las dos.
Besotes,
YoMisma
wooow! cuantas verdades por linea! ;)
ResponderEliminarasumire la responsabilidad sobre mi ser y mi vida...
felices fiestas!
Hostia, fotolog....perdona, es casi vintage.
ResponderEliminarEh, mari crismas!