sábado, 31 de octubre de 2009

Viernes de cine

Ayer fui al cine. Es algo que hago "muchos" viernes por la noche. Suelo ir con un amigo, quedamos después de cenar. No concretamos la hora hasta la misma tarde, y la fijamos entre 11 y 11:30, según como nos haya ido el día de apretado. En verdad, no haría falta fijarla, porque me recoge en casa y me hace una perdida para que baje. Pero, supongo que por inercia, siempre concretamos por la tarde. O nos llamamos, o nos escribimos por msn/gtalk, o nos escribimos un mail, un msj, un tweet.

El cine quizás no es la mejor forma de quedar con alguien a quien ves poco, porqué da poco tiempo a hablar. Pero así conseguimos vernos de vez en cuando, nos tomamos un café, y nos ponemos al día en resumido. Si algo tiene mucha chicha, lo acabamos hablando durante la semana, online. Total, ayer habíamos decidido ir a ver (porque la peli sí que la decidimos durante la semana) Si la cosa funciona. Normalmente uno de los dos mira el horario, aunque eso tampoco influye mucho en la hora a la que quedamos, más bien en lo largo del café de antes. Siempre vamos al mismo cine, está cerca de casa y el parking es gratis durante 3 horas. Además, las salas son grandes y el único inconveniente es que hay que aguantar comentarios del tipo - Joder, que mierda de peli, sólo ha habido una explosión! -.

Ayer a él se le hizo tarde. A las 11:30 le llamé, y aún no había salido. Como yo ya estaba lista, y la noche se prestaba a andar, le dije de quedar más cerca de su casa, para ahorrar tiempo. Llegamos al cine pasadas las 12. Subimos corriendo a las taquillas, a ver si, con un poco de suerte, la peli empezaba a la 1 y nos daba tiempo de tomar un café. - Oye, ¿como se llama la peli?, que no la veo - No, yo tampoco - Espera, que cojo el papel de la cartelera... No os podéis imaginar la cara de imbéciles que se nos quedó al ver que no la daban...

Por suerte, viva la conexión de datos del móvil, (sí, la misma que podría haber usado mientras íbamos hacia el cine para comprobar si la daban...) encontramos otro cine donde la daban y al que podíamos llegar. Es un cine que en verdad está mejor, pero el tema del parking, uff... Teníamos 22 minutos para llegar,  aparcar, comprar las entradas y esperar que hubiera muchos trailers. - Bueno, lo probamos, si no, nos vamos a tomar una copa -. Cerca del segundo cine, hay un bar que me encanta, aunque solíamos ir cuando eramos un poco más que amigos, y podía ser raro, algún día tendremos que volver.

Llegamos, de sobras, faltaban 15 minutos para empezar. Y ni siquiera dimos una vuelta para aparcar. No sé si toda Barcelona ha asumido que allí no se puede aparcar y ahora resulta que es una buena zona... Quizás deberíamos ir pensando en cambiar de cine... En fin, que la daban, en la sala 2. - Hola, me da 2 para la sala 2 por favor? Por el medio atrás - No son numeradas... Que fuerte, aún quedan en fin de semana salas sin numerar? Normal que estuviera sin numerar, entramos y no había nadie. Claro que, seguramente, hay personas que tienen en su casa una tele más grande que esa pantalla. Hasta ahora, el mínimo número de personas con la que había compartido sala eran 3. Me gustó lo de poder comentar los trailers sin bajar la voz... pero luego llegó una pareja, que no pareció sorprendida de ver la sala tan vacía. Lo dicho, igual tenemos que empezar a pensar en cambiar de cine... Pero sobretodo, tenemos que recordad mirar las carteleras antes de ir!

jueves, 29 de octubre de 2009

Un viernes cualquiera

Era viernes casi por la noche, estaba cansada, había tenido un día muy largo. Pero si no aparecía, sus amigos se quejarían (y con razón) de que últimamente no le veían el pelo, así que allí estaba, en una plaza céntrica de su ciudad, con los cuatro que se habían presentado. Al final resultaba que no era la única que estaba cansada los viernes. Alguien dijo que tenía que ir no se dónde, le acompañarían, y luego picarían algo por ahí. Había follón, y en verdad, estaba manteniendo una conversación paralela a la discusión del quehacemos con otro de los presentes, pero le parecía bien cualquier propuesta, había ido ahí para verles, como un viernes cualquiera.

Un tío pasó y le dio un buen golpe con el hombro, ella se tambaleó y se apoyó en alguien que había cerca. No tenía ganas de discutir, así que miró mal a su cogote mientras le veía largarse, restó importancia a las preguntas de si estaba bien, e intentó retomar la conversación. Una chica de un grupo cercano se le acercó y le preguntó si era a ella a quien habían empujado. - Sí, bueno... no pasa nada. - Sí, si que pasa, conozco a ese tío. Le he visto otras veces. Te ha metido algo en el bolso, fijo. - Abrió el bolso, uno de esos enormes que no siempre cierran bien, empezó a rebuscar, sacó la agenda, el estuche, el monedero, el montón de llaves, incluso apareció el tupper con los restos de la comida. Entre todas sus pertenencias, encontró una bolsita de algo que ella no había metido. Le pareció heroína, o coca, o una de esas mierdas que sólo había visto en las películas. La chica le estaba diciendo algo de que ahora vendría y querría cobrárselo. - ¡Encima! -, pensó, mientras miraba atónita a la chica. En estas, apareció el muchacho.- Oye tú, que eso es mío! - La chica que la estaba advirtiendo se escondió entre la multitud de curiosos. - Toma tu mierda y déjame en paz. - Seguía sin ganas de pelear, pero esto era demasiado. Se lo tiró al pecho, y el chico tuvo que dar un saltito hacía atrás para cogerlo sin que le golpease. Se sintió humillado. Aquella chica con pinta de no haber roto un plato le estaba vacilando.

La gente de la plaza empezó a susurrar que qué mal rollo, que vámonos. Sus amigos estaban tan asustados como todo el resto, así que empezaron a andar hacia arriba, pensando en darle esquinazo o algo. Ella iba a ir con ellos, por supuestísimo. Asintió con la cabeza cuando la miraron interrogativamente. Él intentó arrearle un puñetazo. Ella sacó fuerzas de la mala leche que le había entrado y paró el golpe. Se le había oxidado mucho, pero aún tenía la inercia de aquella arte marcial que había practicado de pequeña. No le pegó, porqué sabía que saldría perdiendo. En cambio, le miró fijamente y le advirtió que la dejara en paz, que no iba a conseguir nada. Empezó a andar todo lo deprisa que podía sin echarse a correr y sin perder la compostura. Tenía que demostrar que aún estaba segura de si misma. No tenía ganas de llorar, ni siquiera había aflorado aún el miedo. Estaba enfadada y tenía unas ganas terribles de partirle los morros a aquel niñato.

No sopesó correctamente sus acciones. Él era un chico negro, un inmigrante, que si se había visto obligado a trapichear con estas cosas para sacarse dos duros, seguramente, no tenía mucho más que su dignidad. Ella le había atacado dónde más le dolía. No era tanto el dinero como el haber esquivado el golpe. Y haberle advertido en publico. Eso era un error. No iba a dejarla marchar así como así.

No consiguió andar más de 10 metros sin que él la hubiera alcanzado. Sintió su presencia, sabía que iba a golpearla, así que se dio la vuelta, intentando ver venir el golpe, para poder esquivarlo, y se llevó un puñetazo directo a su estómago. Cayó de espaldas y, esta vez sí, aprovechando la fuerza de la caída, le propinó una soberbia patada en la cara. Había gente mirando, algunos se acercaron, y lograron separarlos. El se alejó. Le sangraba el labio, y la miró con una expresión que no dejaba lugar a dudas: te la tengo jurada.

Ahora sí que tenía miedo, temblaba y sabía que si empezaba a llorar no pararía. Sabía que no tenía que haberlo hecho, pero no pudo evitarlo. Lo de poner la otra mejilla nunca había sido lo suyo. La ayudaron a levantarse, y empezaron a andar lo más rápido que pudieron, querían irse, llegar a algún metro, a casa, y fingir que no había pasado nada. Le dolía la espalda, el golpe contra el suelo al caer había sido más fuerte que el propio puñetazo. Además, como tenía la pierna levantada, para darle a él, había caído con la zona lumbar. Quizás se había vuelto a abrir aquella vieja fisura en el coxis. No podía correr. Andaba demasiado despacio. Sus amigos tenían aún más miedo que ella y andaban demasiado deprisa. Una de sus amigas iba a su ritmo, pero estaban quedándose atrás, solas, ellas dos. La otra chica corrió un poco con pasitos cortos, quería  alcanzar al resto y decirles que frenaran, que ella estaba mal y no podía seguirles el ritmo.

Ella empezaba a tranquilizarse, pensaba que todo había pasado, pero cuando vio alejarse a su amiga, notó como un escalofrío le recorría el cuerpo. No había sido buena idea. Acababa de quedarse atrás, y sola. El chico con el que se había peleado apareció justo delante suyo. No entendía de dónde había salido, pero giró la cabeza y vio una pequeña callejuela a mano izquierda. Notó como se le acercaba alguien más por detrás, pero no pudo hacer nada. Intentó gritar, pero no le salió la voz. Notó una mano cubriéndole la boca para que no pudiera gritar. Pensó en morderle pero... Fundido a negro. Quizás la habían golpeado, perdió el conocimiento. Vio a sus amigos a lo lejos, al grupo delante, y a su amiga a punto de alcanzarles para avisarles de que la esperaran. Sabía que no se habían dado cuenta. Cuando se giraran ella no estaría. Y no sabrían dónde buscar.

Despertó, estaba cayendo al vacío. No, no era el vacío, estaba cayendo al agua. ¿Era el mar? Ahí arriba estaba ese chico, mirándola con cara de satisfacción. Mierda, estaba atada. ¿Tenía un peso atado a los pies? Cayó al agua. Sabía que tenía que hacer algo, tenía que tranquilizarse y serenar la respiración, podía aguantar un par o tres de minutos. Si me tranquilizo, podré desatarme. Tengo que guardar el aire. Si me tranquilizo podré hacer algo. Si me tranquilizo podré.... 

Despertar.
Ella era yo.
Y esta es la pesadilla que me ha despertado esta madrugada.

martes, 27 de octubre de 2009

Mi próximo 13

Tiene gracia que después de mi post del pasado martes 13, al que por cierto, acabo de ver que se le ha caido la imagen...  En fin, decía, que tiene gracia que, después de ese post, en que confesaba ser triscaidecafílica, el evento más importante de mis próximos meses (y también de los anteriores, para que nos vamos a engañar), caiga en 13. Esta vez, viernes 13. Es la fecha en la que se cumplirá mi sueño, o en la que, quizás, dejaré de soñar y podré dormir... La recompensa de los últimos empujones, pero en verdad, de los últimos 8 años, o quizás, incluso de antes...



Señoras, señores, animalets i altres espècies... El próximo 13 de Noviembre, viernes, defiendo mi proyecto.

lunes, 26 de octubre de 2009

Requiem por los donuts

Acabo de leer en el periódico el pre-epitafio de los donuts.

Antes que nada, tengo que matizar una premisa muy importante, al menos para mi, y para el sentido de este post: Un donuts no es un dunkin. Los dunkindonuts están buenos, son igual de pegajosos, igual de insanos, y tienen un número excesivo de calorias (supongo que) parecido. Pero no son donuts. Un donut no es lo de las panaderías ni pastelerías. Esos son pastas, más o menos buenas, pero no son donuts. Donuts eran los de las cajitas de 6, que se pegaban entre ellos, y que los de enmedio estaban más buenos que los de las puntas. O los que te pedías en el bar y salían de esas bandejas enormes. Que tenías que comer con servilleta porqué dejaban las manos pringadas. Y que te repetían todo el día.



Hace unos meses, sacaron las cajitas de donuts individuales, aunque en packs. No saben igual. No sé porqué, pero no saben igual. Tengo la ¿absurda? teoría de que es porqué al estar pegados, el azucar, la grasa, o lo que sea eso de los donuts adyacentes, los hacía más sabrosos. Ahora, nunca están duros, pero nunca están tiernos del todo.Creo que los de panrico han inventado el dunkin.

Realmente, a mi me hacen un favor. Me encantan los donuts, pero no es algo que coma muy a menudo. Mis conocimientos de nutrición no son nada del otro mundo, pero me da que incluirlos en la alimentación diaria no puede ser muy sano. Amén de que una puede acabar redonda del todo. Y aunque no pretenda ser una sílfide, no es plan de acabar siendo tu misma un donut.

Total, que me lío, como siempre. Los nuevos "donuts" no me gustan, al menos, no tanto como antes. Lo que acabo de leer, es que los "viejos" desaparecen incluso en los bares. Así que cuando entre en uno, los veré al fondo, y me apetecerán, pero llegaré a la barra, los veré recluidos dentro de sus cajitas transparentes, y recordaré que los donuts que me gustaban ya no existen. Así que pediré sólo mi cafe con leche.

domingo, 25 de octubre de 2009

Apariencias

- Acabo de ver tus fotos en el face, pensaba que aún no habías vuelto!
- Si, llegué el viernes, estoy esperando que las comentes! :P
- Pero si ya lo he hecho!
- Lo decía en coña, ya sabes que soy un rancio...
- Pero yo soy supersociable y superencantadora, asi que te he comentado, para que no parezcas un asocial y un antipatico
- Es lo que soy xD
- ¿Y eso que más da? Lo importante no es lo que uno es, si no lo que uno parece...

sábado, 24 de octubre de 2009

Silencio

No me gusta que la gente grite. Ni que levanten la voz. Pero sobretodo, no me gusta que me griten, ni que me levanten la voz. Me parece un más o menos vano intento de hacerme sentir inferior. Me molesta, y me enfado, como todo el mundo supongo, pero sobretodo, genera en mi un creciente nivel de desprecio hacia la otra persona.

Supongo que tiene algo que ver esta frase:
Las personas equivocadas siempre hablan más alto que las demás.

Tengo un amigo que habla casi susurrando. Es alguien muy inteligente, pero además, muy listo, cosa que no siempre va relacionada. Nos conocemos hace un montón de años ya, y la verdad es que suelo estar predispuesta a aceptar sus opiniones. Recuerdo una vez, hablando de este tema, que me dijo, además de la frase de arriba, que si hablabas flojito, obligabas a la gente a prestar atención si querían saber lo que decías. Los años me han enseñado que es absolutamente cierto, y lo más importante, nadie ha tenido que gritar para que lo aprenda...

viernes, 23 de octubre de 2009

Alma con Arte


Como te lo digo me ha regalado esta monería. Me siento muy halagada, pero no voy a cumplir las normas. Se supone que tengo que contestar a unas cuantas preguntas y luego pasar el "Alma con Arte" a 7 blogs más que yo crea merecedores... Arte es todo, y es nadie. Así que no voy a etiquetaros. Voy a responder mis preguntas, y si a alguien le apetece hacer el test, que lo copie y lo conteste...

¿EN QUE ANIMAL TE REENCARNARÍAS?
Seguramente en un delfín, un caballo o un gato doméstico.

ALGO SIN LO QUE NO PUEDES ESTAR:
En verdad, he aprendido a la fuerza que se puede vivir sin cualquier cosa, aunque me costaría, y mucho, renunciar a mi gente.

QUE ES LO QUE MAS APRECIAS DE UNA PERSONA:
La sinceridad. Valoro más a la gente que demuestra abiertamente que no le caigo bien, que a la que finge que somos intimas, cuando no me soporta... Si quieres que me aleje, miénteme dos veces seguidas, descubrirás rápidamente el aspecto de mi culo...

SUELO VESTIR DE COLOR:
Aunque todos los que me conozcan, van a estallar en carcajadas ahora, porqué tengo fama de todo, menos de discreta... lo que más abunda en mi armario es el negro.

TRES PALABRAS QUE ME DEFINAN:
Pecosa, tímida y cabezota.

UN LUGAR AL QUE VIAJARIAS:
Mi gran viaje pendiente es NY, pero hay tantos otros, más cercanos...!

TU CITA FAVORITA DE LIBRO O PELICULA:
Soy doña frasecitas, pero la última frase que me impactó realmente la pronunció en pantalla un viejo enganchado a le heroína. Se lo decía a su nieta de 6 años... La dije hace tiempo, pero os la repito.
Un fracasado de verdad es alguien que tiene tanto miedo de ganar que nisiquiera lo intenta.
Pequeña Miss Sunshine.
De libros, una frase de (probablemente) mi libro favorito, que me acompaña hace muchos años:
Bienvenido a la raza humana. Nadie controla su propia vida, Ender. Lo máximo que puedes hacer es elegir ser controlado por personas buenas, por personas que te quieran.
Valentine Wiggin, en "El juego de Ender"

ALGO QUE QUIERAS HACER:
Una de mis propuestas para este otoño-invierno es hacer turismo en mi ciudad.

MI MAYOR MONOSIDAD:
Me parece curioso el termino monosidad, entiendo que es algo que me hace ser "mona". Y la verdad... es que no sé la respuesta. Si alguien se atreve a responder por mí...

martes, 20 de octubre de 2009

Cuestión de percepciones

Hoy es el cumple de la Reina Mora. No voy a escribir un post sobre ella (respira, respira), pero es impotante que lo sepais porqué esta mañana, tenía que desayunar con ella a las 11. Ultimamente tengo la costumbre de no ponerme despertador. Y esto no es del todo cierto, porqué me lo pongo a las 9, por si acaso, pero queda mejor decir que no vivo esclavizada por él. Me he despertado poco antes de las 8, como suelo hacer últimamente. He desayunado, he revisado el mail, he recogido la habitación, me he duchado, me he vestido, he bajado a la calle, he conseguido arrancar el tanquecito y me he ido a buscar a Rous, que tenía clase a las 10.

He estado hablando con mi jefe de cómo llevo el trabajillo que estoy haciendo en casa, y de como enfocar la clase que tengo que dar mañana, y... se ha hecho la hora del desayuno. El departamento al completo está de acuerdo en que deberíamos hacerlo más a menudo, pero creo que al final no han puesto fecha. ¡Ju! Me he ido a pasear por los laboratorios nuevos, que no queda bien dar clase en un sitio que no conoces, y me he vuelto al despacho. He bajado con las niñas a fumar, me he sentado en el banco y me he dado cuenta de que tenía los tejanos rotos a medio muslo, por detrás, algo debajo del culo. Me he puesto toooda roja. Pensaba que se me había enganchado con el banco, pero ReinaMora me ha dicho que los llevaba toda la mañana así, que ella se pensaba que iba cool.

He estado dándole vueltas y he encontrado la explicación: Hoy no me iba a arreglar, porqué tuve que hacerlo ayer, y tendré que hacerlo mañana. Exigencias del guión laboral. Hice el cambio de ropa de invierno no hace mucho, y no tengo aún muy controlados los tejanos "gordos" que tenía. Olvido la ropa que tengo de un año a otro. Total que he cogido una camiseta y los tejanos azules. Estos los tenía guardados para cortar, o para ponerme para ir a buscar bolets, o para los correfocs, o para cosas así.

Lo curioso del caso es que en todo el día, nadie me ha dicho nada de mi pantalón roto a medio muslo. Si hubiera sido una mancha, alguien habría venido a decirme que tenía el culo sucio, o cualquier cosa. Pero no, era un roto, y los únicos comentarios que me he ganado han sido del rollo de "que moderna", "que guay", y cosas similares. Así, que a final de día, he perdido mi vergüenza auto-generada.

La timidez tiene un extraño componente de narcicismo: la creencia de que a los demás realmente les importa nuestra forma de vestir o nuestra forma de actuar.
Andre Dubus

lunes, 19 de octubre de 2009

Desprevenida

A mí, el frío, siempre me pilla por sorpresa. Estamos a mediados de Octubre, claro que tenía que llegar. Y en el fondo, y creo que lo había dicho, tenía ganas. Me canso de todo, hasta del buen tiempo. El otoño es precioso, sin duda, y me apetece ir a hacer barbacoas, excursiones, mil cosas.

Pero cuando llega así de repente, y me pilla desprevenida, lo único que me apetece es acurrucarme en el sofá y hibernar debajo de la manta.



Aunque no estés tú para acompañarme.

viernes, 16 de octubre de 2009

Un cero más o menos

Tengo la manía de saludar cuando entro a los sitios. Saludo al conductor del autobús, a los dependientes de las tiendas, y a las personas que haya en el cajero cuando entro. Hoy he ido a sacar dinero maltratar mi pobre cuenta corriente y había una mujer. Yo iba con mi música, medio cantando y medio bailando como siempre, pero he dicho (¿gritado?) un hola, y me he puesto a lo mío. De repente me veo a la señora de pie a mi lado. Era muy pequeña para intentar pegarme el palo, así que he pensado que  me había hablado y yo no la había oído. Me he quitado los cascos.
- Perdona, ¿decías?
- No, que me gustaría saber qué harías tú si te encontraras dinero
- ¿Pe-perdona?
- Si te encontraras dinero en el cajero, ¿lo devolverías?
- ...
- Como dijeron esa noticia de que alguien había devuelto el dinero y le estaban buscando para darle una recompensa...
- No había oído nada. Y tampoco me lo había planteado... Pero supongo que depende de cuanto dinero fuera.
- [La mujer se ríe]
- Si fueran 20 euros me los quedaría, pero si fueran 200, supongo que los devolvería.
- ¡200 euros! Con lo bien que irían tal como están ahora las cosas... Aunque fuera para un capricho.
- Si, pero peor estará el que los ha perdido!
¿Soy la única a quien no le parece normal? A veces creo que vivo en el Show de Truman, pero a lo Laia, en serio. Estoy planteándome seriamente dejar de saludar... pero entonces no sé de qué escribiría!

jueves, 15 de octubre de 2009

Sobrepeso


Tengo 26 años, mido 1'63 y peso bastante más de los 50 quilos que según mi altura debería pesar: Tengo pierna, muslos, culo, cadera, pecho, brazos, dos manos, dos pies, y el pelo rizado. Mis huesos son anchos, si me rodeo la muñeca con el dedo pulgar y el índice, éstos no se tocan, pese a que mi mano es grande.

Mis medidas no son 90-60-90, ni mucho menos los 70-60-70 que se llevan ahora en pasarela.


Son 105-81-108. Lo más cercano a 90 que hay en mi cuerpo son los 95 cm del contorno de debajo del pecho. A los 60, se acercan los 63 del contorno de cada uno de mis muslos.

Cualquiera que me lea y no me conozca creerá que sufro obesidad mórbida, y no es el caso, llevo una talla 42, aunque no en tiendas de quinceañeras... donde por cierto, dejé de comprar a esa edad, cuando una chica con aspecto de haber salido de un campo de concentración me miró con cara de desprecio y me dijo: aquí no tenemos esas tallas. Acababa de pedirle una 44.

He entrado alguna vez más en una tienda de esas. Tengo una amiga que estuvo trabajando en un Bershka, y a ella sí le sienta bien esa ropa. Lleva una talla 34 y está buenísima, porque es su talla, tiene ese cuerpo. No ha conseguido tener esa talla a cambio de perder todas las formas. Aún tiene cara y pecho. Me he probado alguna camiseta, y me la he tenido que quitar. La XL me cubría poco más que los pezones.

Me gusto bastante cuando me veo en el espejo. Esto de aquí no tanto, lo de allí quizás un poco más. Pero me gusto mucho más que si pesase 50 quilos. Hablo con conocimiento de causa: he llevado entrado en una 36, y daba miedo verme. Tenía 19 años, acababa de pasar una la primera crisis sentimental (es curioso, las siguientes no han tenido efecto liposucción, pero eso es otro tema), me quedé sin cara, se me marcaban los huesos de sitios donde no sabía que los hubiera. Y pesaba 62 quilos.

Mi cuerpo nunca ha sido una limitación en mi vida sentimental o sexual. Cuando un hombre está deseando arrancarte la ropa a mordiscos, no tiene tiempo de fijarse en el número que está escrito en la etiqueta de tu pantalón. Seguramente no recuerde ni de que color es. Suficiente tiene con pelearse con los corchetes del sujetador.

No soy una mujer delgada, ni quiero serlo. No estoy bien cuando llevo una 36, ni siquiera una 38, aunque haya gente que se sienta gorda si llega a la 40. Yo, con una 40, me veo genial. Con una 44, no me veo tan bien, pero no me siento GORDA, ni mucho menos, enferma. Cada cuerpo es un mundo. Hay que cuidarse, por salud, pero vale ya de acomplejar a la gente. Como relativamente sano, pero no sé el número de calorías que ingiero a lo largo del día. Las ensaladas son el contenido habitual de mis tuppers, pero conviven con los macarrones de mi abuela o lo que me apetezca. Me faltan tiempo y ganas para hacer deporte, aunque lo echo de menos. No vivo a dieta, ni salgo a cenar fuera y me dejo la mitad del plato.

Mi hermana pequeña lo pasó fatal a los 16. Se sentía fea, pequeña, plana como una tabla de planchar. Mide unocincuentayalgo, llevaba una 36 y se veía gordísima. Yo tenía 22, una 40 y, según ella estaba tremenda. Me veía como un referente, pero no veía que yo llevaba 2 tallas más. Hoy, por suerte, y seguramente, porqué tiene a alguien que la quiere por lo que es, y no por la talla que lleva, ha ganado unos cuantos quilos y una tonelada de autoestima. Lleva una 38, quizás una 40. Yo la veo mucho más guapa, está más segura de si misma, anda con la cabeza alta, y su cara ha recuperado su forma redondeada original. Además, ha ganado pecho, y eso siempre sienta bien. Seguramente ahora le sobren un par de quilos. A mi me sobran 5 o 6. ¿Y?

La indignación de hoy, viene de la mano de un par de artículos que he leído en Menéame:
Me ha resultado especialmente interesante, del primer artículo, que este señor, por llamarle de algún modo, opina que Heidi Klum está gorda. Claro, con esa comparación, si que sufro obesidad mórbida. Yo, y el 99% de la población. Habría que preguntar a los hombres lo que opinan de la gordura de Heidi Klum...

miércoles, 14 de octubre de 2009

Curso del 63

No soy mucho de Reality Shows, suelen aburrirme, quizás porqué mis propias andanzas suelen tener más de culebrón que los edredonings de GH. Ví el primero, por curiosidad y porqué me quedaba sin tema de conversación en el patio (aún estaba en el cole, que tiempos...!). Me gustaba, y mucho, Operación Triunfo, incluso fuí a una gala y me lo pasé teta, pero me cansé cuando empezó a importar más lo que pasaba dentro de las habitaciones que las canciones. Cada uno tiene sus propias frustraciones, una de las mías es no saber cantar. Lo compenso torturando a mis amigos con el Singstar y sabiéndome casi todas las canciones del panorama musical español, y parte del extranjero. OT me encantaba porqué era mi excusa para ponerme a cantar delante de la tele.

La semana pasada descubrí Curso del 63. En verdad, lo descubrió mi padre que había leído en algún sitio que empezaba y estaba emperrado en verlo. Dejando de lado que dudo que la juventuz española sea tan macarra, cateta y desobediente como la pintan (Dios los cría, y los realities los juntan), el programa me gusta. No hace tanto que dejé el colegio. Un colegio de monjas en el que estuve 15 años y que no tenía nada que ver con esto, pero tampoco con lo que se supone que hay en realidad. No me enseñaron a hablar de usted a los profesores, pero si a los directores, jefes de estudios, bedeles, secretarios y porteros.

Yo era bastante tocacojones, hablaba muchísimo en clase y era tan repelente que me preguntaban "que he dicho" y respondía correctamente. Hacíamos trastadas, y si nos pillaban, nos castigaban: sin patio, con más deberes, y con una bronca en casa. Rebatía muchas cosas, pero jamás insulté a un profesor, por más ganas que tuviera. Y jamás les llamé tío, macho, ni nada por el estilo. Del mismo modo que jamás se me ocurriría decírselo a mis jefes.

No podíamos llevar piercings en lugares visibles, los aros de la boca y las cejas se quitaban o se tapaban con una tirita, aunque si llevabas un brillante en la nariz o 5 agujeros en una oreja nadie te decía nada. Se podía llevar cualquier tipo de ropa, el uniforme que llevamos los primeros años se abolió, porque no queda progre llevarlo, y mis monjas, eran progres. Su concepto de enseñar religióncristianacatolicaapostolicaromana pasaba por decirnos que el islam, el judaísmo, el hinduismo, el catolicismo y todas las religiones que se nos ocurrieran eran en el fondo lo mismo, que lo que importaba era ser bueno.

La religión consistía en pasar un sábado en el cotolengo, en recoger lo que hiciera falta para la última catástrofe de sud-o-centro-américa, en recoger comida y ropa para familias más pobres. Recuerdo con muchísimo cariño el preparar y repartir lotes de Navidad. No hace falta irse a la otra punta del mundo para recibir una sonrisa que sea un gracias desde el corazón.

Volviendo a la ropa, sí, es cierto que podías vestir lo que quisieras, aunque te recomendaban no llevar marcas ostentosas, por el tema de la igualdad, el hábito no hace al monje, pero lo equipara. Y lo que era sagrado es que no podías ir al cole en chanclas, como si fueras a la playa, y no podías enseñar barriga. Hablo de finales de los 90 y principios de esta década, estaba de moda ir enseñando el ombligo, pero nos lo dejábamos para el finde, cuando nos íbamos de fiesta. También se molestaban si enseñabas tanga, braga o calzoncillos. Si les parecía que tu ropa era indecente,su solución era simple, ponte la bata de laboratorio, y fin del problema.

La educación era dura, trabajábamos mucho, quizás demasiado, pero te evaluaban en función de tus posibilidades. Me han suspendido un examen técnicamente aprobado, porqué sabían que no había estudiado. El mismo examen, por alguien que solía hacerlo peor, y que se había copiado de mí, tuvo un 7, porqué para él, llegar a esa nota implicaba un esfuerzo mayor. Si nos hubieran pillado copiando, nos hubieran suspendido a los dos. Cada falta de ortografía quitaba medio punto al examen. Pero si una asignatura me costó más, tuve exámenes semanales y prácticamente clases particulares, hasta que acabé aprobando por mi misma. Teníamos semana de exámenes a final de trimestre, y creías morir en el intento. Si suspendías, no pasabas de curso, pero había recuperaciones.

Me tuvieron manía algunos profesores, era nula en alguna asignatura, pero lo acabamos solucionando. Me tocó esforzarme más, callar la boca, hablar con los jefes de estudios, o lo que fuera. Mis padres jamás amenazaron con plantarse en la puerta del colegio a partirle las piernas al susodicho, se ofrecieron a estudiar conmigo, o a buscarme profesores particulares.

Estoy satisfecha de mi educación, del sistema educativo, de mis padres. Está claro que ahora algo falla cuando estos niños se ponen a llorar y se vuelven a casa porqué les obligan a cortarse el pelo. Menuda mierda de personalidad, si sólo se basa en tu estupenda melena, chaval. Aunque me preocupan más los padres, que aplauden su decisión. La educación, se da en casa; los colegios deberían enseñar, y ayudar a educar, pero eso no exime a nadie de la obligación de ser padre.

El post de hoy no tiene nada que ver con lo que tenía pensado, pero me he puesto a escribir y me he indignado.

martes, 13 de octubre de 2009

Trece




En el Tarot, la carta número 13 correponde al Arcano Mayor de La Muerte. Significa un cambio inesperado o doloroso, un fracaso, un divorcio, un robo, pérdida, enfermedad, muerte. Es una carta que si sale asusta, aunque a veces, es necesario romper con algo para poder volver a empezar. Aunque duela.

Es un número importante, es el primo más grande que la gente suele recordar, y forma parte de la  série de Fibonacci, auqnue no aparezca en los números de Lost. Pero es el número maldito en la cultura occidental, de origen católico: trece se sentaban alrededor de la mesa en la Última Cena. No existe la fila 13 en los aviones, ni en las habitaciones de hospitales. Muchos hoteles no tienen piso trece.En la fórmula uno nadie lleva el número 13. Angel Nieto siempre nombra sus victorias como 12+1. También sucede con algunas canciones. Incluso hay calles sin portal número 13, o ciudades sin esa línea de autobús.

La sociedad entera es triscaidefóbica, pero el 13 era sagrado para los Mayas. Quizás, por eso a mí me gusta tanto.. Y ya ves tú por dónde, acabo de descubrir que soy triscaidecafílica.

Por cierto, el calendario maya es el que predice que el 21 de diciembre de 2012 empezará un nuevo ciclo, por eso hay alarmistas que hablan del fin del mundo.

lunes, 12 de octubre de 2009

Extra extra!

Paren las rotativas: tengo una nueva noticia de portada!

En los tres días de finde no he hecho ni una foto.

No he parado mucho por casa, llevaba la camara en el bolso, y lo sabía, pero no he pensado en sacarla en ningún momento. Bueno, en alguno quizás si, pero me ha dado tanta pereza, y me lo estaba pasando tan bien, que no lo he hecho.

¿Estaré superando mi adicción?

domingo, 11 de octubre de 2009

¿Dos sábados o dos domingos?

Los festivos en lunes siempre me descolocan.... El viernes salí a cenar con la Reina Mora, Rous y Will. Cena de chicas total, aunque uno de los asistentes tenga barba. Nos pusimos de sushi y yakisoba hasta donde quisimos, y, aunque me quedé con ganas de alargar un poco más la noche, estaba tan cansada que a la una y pico estaba en la cama.

Ayer me levanté prontillo, y nos fuimos en plan happy family al Media Markt. La tarde antes, mis tios habían aparecido con dos peazo teles, una para ellos y una para mis abuelos, de esas Philips con ambilight (es una pijada, pero me encanta), francamente muy rebajadas, un ofertón. Teniendo en cuenta que mi tele del cuarto se ha jodido, motivo quizás de que lleva 15 años conmigo y que me sirve de nana y de despertador... Bueno, p'allí que nos fuimos, a ver que encontrabamos. Y nos volvimos con dos teles "pequeñas" debajo del brazo. He cambiado mi viejo CombiTeleVideo de 14'' por una pantalla planda de 22... no esta mal.

Por la tarde tocó visita al super y las compras pertinentes para organizar una cena para la que, si asisten todos los que han sido invitados, creo que no tengo ni sillas, pero haremos un buffet o algo... Así es más divertido! :) Llevo demasiado tiempo sin ver a demasiada gente, y los grupos tienen tendencia a crecer...

Luego me fui, secuestrando a familia_al_completo (cuñado incluido) a las Friends&Family Nights de Desigual. Sister y yo nos probamos media tienda cada una y tenemos como resultado una camiseta y un vestido preciosos. Y a un 20%. La noche continuó con un secuetro por parte de Sister y el cuñado malvado, o más bien por los amigos de éste.

Conclusión: Me he levantado con resaca, como un domingo que se precie. Aunque demasiado pronto, como viene siendo habitual últimamente. Hoy las tiendas están cerradas, y por eso tuve que ir a comprar ayer, así que es domingo. Pero esta noche tenemos cena otra vez... así que hoy vuelve a ser Sábado, y mañana volverá a ser Domingo de resaca... ¡Qué lio!

En fin, voy a ver si duermo un rato, y emigraremos para la mansión, a desgañitarnos en el Singstar antes de que lleguen los invitados...

jueves, 8 de octubre de 2009

Interés

- ¿Sabes cuando acabas de conocer a alguien, del que no sabes casi nada, pero que te interesa lo suficiente como para saber que quieres conocerlo más?
- Si...
- Pues necesito que me pase otra vez. Y pronto.

miércoles, 7 de octubre de 2009

La ciencia española no necesita tijeras

Esta mañana he estado en el ginecólogo. No tiene nada que ver con el post, pero me ha estado contando de sus hijas: la pequeña tiene 25 años y da clases en la universidad de Oxford, o quizás en Cambridge. La mayor vive en Bélgica. Si me pongo a contar mis conocidos de la universidad, se me ocurren más de 20 que se han ido al extrangero. El mótivo es simple: España es un país caro para los sueldos que se ingresan. Y un ingeniero de telecomunicaciones recién salido de la facultad que sea, encuentra un trabajo tan bien pagado como el de un reponedor de supermercado. En Londres, por ejemplo, los sueldos son aproximadamente el triple, y el coste de vida es ligeramente superior que en Barcelona.

No pretendo desmerecer a nadie, para el buen funcionamientode toda sociedad hacemos falta todos, y eso hay que tenerlo claro, o todos tendremos un problema. Pero yo llevo ocho años dejándome los cuernos para conseguir sacarme una carrera que supuestamente se cursa en tres años, y que además me ha costado un riñón y medio. No soy la mejor estudiante del mundo, ni la más aplicada, ni la más lista, pero no me considero precisamente tonta. Saqué un 7 y algo en el bachillerato, y algo parecido en la selectividad. Estudio en una universidad privada, porque cuando empecé, mi carrera no se hacía en ninguna universidad pública de Barcelona, y me salía lo mismo hacerla aquí que lo que me gastaba en el traslado.

Solamente tengo una carrera técnica, que en Europa no vale nada. Así que este año estoy empezando un Master Universitario. De estos que les llaman de Boloña. La matrícula me va a costar 5000 € anuales, lo que equivale a un poco menos de mis ingresos del último año, como becaria de I+D, y como formador cualificado en el ámbito de las nuevas tecnologías. Tengo 26 años y todavía vivo con mis padres, por supuesto. Si viviera en Suecia, por ejemplo, el Estado me estaria manteniendo para que pudiera seguir formandome.

No creo que nadie de los que está aquí crea que la Industria Española es la mejor del mundo, ni la más barata, ni la más cualificada. De hecho, se suele decir que nuestros grandes inventos han sido ponerle un palo a algo. La situación ya es precaria en la actualidad, y lo único que se le ocurre al Gobierno es reducir los presupuestos desinados a la investigación. Reducir la inversión es reducir la formación... y no hablo a medio plazo, hablo a muy corto. Es momento de invertir más, no menos.

El Cascarrabias resume mejor que yo la situación actual:





En algún sitio que no recuerdo, he leído que los países que son capaces de superar las crisis, no son los que pueden comprar hachas y lanzas, si no los que tienen tecnología para fabricarlos... José A. Perez tiene una ligera idea de cómo estaremos en 11 años...

Este post es una simple queja, un poco de ruido que por si mismo no sirve de nada, pero forma parte de una campaña iniciada por Javi Pelaez, de La Aldea Irreductible. Somos más de 800 blogs y cerca de 4500 personas en el grupo de Facebook. También puedes encontrarnos en el hastag de twitter #TijerasNO.




Y tú... ¿tienes algo que decir al respecto?

domingo, 4 de octubre de 2009

Sigo soñando...

Aún no lo he dicho, pero el viernes entregué. Tal como dije, era cuestión de retocar alguna cosa, mandar a imprimir, pasar a ver a mi ponente para que me lo firmara... y entregarlo.

La impresión en la copisteria me costó medio riñón. Tuve un pequeño contratiempo por la mañana... me había olvidado rellenar un formulario, y tuve que re-imprimir una cosa a última hora. En la copisteria lo habían impreso en papel satinado, y yo no tenía. Un amigo me prestó un par de sus hojas buenas, así que hay una página que se nota diferente justo después de la portada, pero queda genial: es la página que firmará el tribunal, y donde pondrán mi nota, así que me gusta que sea especial... Mirando lo bonito que había quedado, me di cuenta de que el indíce había quedado descuadrado, pero también eso me da igual.

El viernes empalmé caféconleche con cerveza, pero no me supo a celebración, más bien a alivio. Entregar la memoria es un paso, un gran paso, pero no el último. Sigo en tensión. Ahora viene la parte realment dificil. Tengo que preparar mi defensa. Aún no se sabe la fecha, ni quien será mi tribunal,  pero en un mes, dos a lo sumo, deberé presentar en 20 minutos el trabajo de tres o cuatro años. Explicar y convencer de lo bueno que es lo que he hecho. Y me jugaré la nota más importante de mi carrera, dicen. Como decía un compañero: queda mucho trabajo, pero ahora ya no hay vuelta atrás.

Esta noche, en las 4 o 5 horas que he dormido, he soñado que volvía a ser viernes, y teniamos que entregar. Habia todavía más cola que el propio viernes, eramos más gente de la que podía entregar, porque no quedaba tiempo, y aquello parecía casi una batalla campal. Estaba con Elena, que también entregó el viernes, y con unos cuantos conocidos de por allí. He soñado que me lo aceptaban, pero que a Elena se lo echaban para atrás.

Algún día, digo yo, tendré una noche de tranquilidad...

viernes, 2 de octubre de 2009

Quiero mi cepillo de dientes

Esta noche he soñado que alguien estaba usando mi cepillo de dientes. Y me refiero a alguien en mi casa. No recuerdo si era mi madre o mi hermana, pero el hecho es que he entrado en el baño, y la he visto ahí lavándoselos tan tranquila con él.

No recuerdo nada más de lo que he soñado en toda la noche, pero sé que le he montado un pollo contundente, y además, me he despertado enfadada.

Supongo que era mi hermana, que tiene la manía de cogerme las cosas sin pedir permiso, <i>es la pequeña, se nota, no?</i> y lo habré extrapolado al límite....

La cuestión, es que no soy muy maniatica... He compartido cepillo de dientes, y tengo uno en cada casa. Siempre he olvidado que color es el mío... Por ejemplo, cuando voy de año en año al apartamento, tú crees que peudo acordarme? Si mi color siempre es el que sobra! Cojo uno al azar y lo mantengo todo el mes, a menos que alguien lo reclame.

En fin, nunca creí ser tan posesiva con algo tan pequeño ...

jueves, 1 de octubre de 2009

Trastorno obsesivo compulsivo

No hace mucho, discutía con unas amigas acerca de los trastornos obsesivo-compulsivos. Según la wikipedia se trata de un tipo de desorden de ansiedad que se caracteriza por las obsesiones y las compulsiones.

Las obsesiones son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y que son vividos como repugnantes o sin sentido. El enfermo realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo.
    Las compulsiones son conductas repetitivas y aparentemente finalistas, que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada. La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistir a la compulsión, por lo menos inicialmente. Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido de la conducta (algo que no siempre ocurre en niños pequeños) y no obtiene placer en llevar a cabo esta actividad, aunque le procure un alivio de su tensión.
      Los enfermos son plenamente conscientes de su trastorno, que es vivido como un malestar y puede estar asociado a un sentimiento de culpa o de vergüenza. Normalmente, sus familiares y amigos también se dan cuenta.y pueden enfadarse con los enfermos porque no son capaces de controlar sus compulsiones.
       
      Y lo que yo planteaba es... Cuando uno/a está enamorado o recién desenamorado... ¿no se comporta así? Analizemos: Pensamientos recurrentes de la otra persona, que no te dejan ni siquiera trabajar. Miradas continuas al móvil, mail, teléfono, messenger y la paloma mensajera, por si ha dado señales de vida. Intentos de ignorar estos sentimientos, sin conseguirlo. Descolgar el telefono, colgarlo y volverlo a descolgar... Problemas sociales porque los amigos se enfadan porque no somos capaces de controlarlos....

      Creo que ya entiendo porqué alguien decía que el amor era una enfermedad (de transmisión sexual)...