- regodearte en tu propia miseria
- hacer algo para remediarlo
Pasar a la opción 2 es más simple que eso. Hay que hacer algo. Algo. Esa es la clave. Ese algo puede ser cambiar de colonia, de trabajo, de pareja, de ciudad... o simplemente de actitud, de mentalidad. Suena banal, pero un cambio de mentalidad lo puede ser todo. El principio de todo. El cambio empieza en el momento que decides hacerlo. Para cambiar de trabajo, debes hacer un currículum, mandarlo, dar voces. formarte si no lo estás suficiente. Si tu físico no refleja como te sientes realmente, córtate el pelo, cambia de sexo. Si tu relación no funciona, arreglala, o déjala. Estar soltero no es un problema, si no haces que lo sea.
Si no eres feliz, decide serlo. Tírate a la piscina, sea cual sea tu piscina, y sea cual sea ritmo.
Yo decidí, hace casi un año, que este iba a ser mi año de Matrícula. Y además de que podría apuntarme alguna como propia, confieso que lo ha sido. Estamos en un momento económico y social horrible, sin perspectivas de mejora, aunque yo escriba la versión adulta de la carta a los Reyes Magos. He tenido que aprender a convivir a más distancia. Sigo sin piso, porque no me atrevo. No he visto a Laia. Creo blogs nuevos para actualizarlos tan poco como este. Pero sigo haciendo lo que creo correcto, leo más y lloro en el cine. Exploré lugares tan recónditos que no figuraban en mis mapas, elegí creer y que respondieran que sí. desterré algunos de mis miedos y acabaron rescatándome. Descubrí que había cometido más errores de los que creía y corregí públicamente aquellos que creía que debíais conocer, pero que conste en acta que si tengo que arrepentirme de alguno es, única y exclusivamente, de los que no me dio tiempo a cometer.
Si me aceptáis un consejo para el 2012... Escoged la opción 2.
Feliz entrada y... ¡cuidado con las uvas!