miércoles, 1 de julio de 2009

La caja de los horrores

Soy una persona enferma, demente seguramente, tengo tendencia a guardar en una caja mis recuerdos... podría decirse que tengo una caja, cerrada, por cada uno de los hombres a los que quise alguna vez... Aunque perdí esa costumbre hace algún tiempo, así que, probablemente, tengo una caja menos de las que, según este recuento, debería tener... Pero bueno, este no es el tema... la cuestión es que he abierto la última de mis cajas, aunque desactualizada, pensando que las llaves que no encuentro podrían estar ahí...

Y no, no estaban. Podría haber cerrado la caja y ya está, pero no! Tenía que ponerme a leer cosas... De verdad, a veces creo que no aprendo, que entro en un bucle y me gusta repetir errores, me pongo a repasar los recuerdos que encierran, y tengo la sensación de que son los mismos, una y otra vez! Me indigno, me indigno conmigo misma, mas que con ellos. Aunque, quizá, sean los mismos errores que cometemos todos, una y otra vez...

Pero silencio, que al final, toca aprender... y a veces se puede crecer, dejando recuerdos, y amigos, que valen realmente la pena. Otras, en cambio, no queda más que cerrar cajas. Me resisto a tirarlas, que los errores no se deben olvidar, y mi memoria es escasa. Y las llaves siguen sin aparecer, y la cuestión no es que no estuvieran en la caja, la cuestión es: ¿por que no están en el cajón de las llaves?

2 comentarios:

  1. Llaves y otros elementos se confabulan para ponernos ejercicios de recapitulación, como el Vacacionesantillana, de lo aprendido durante el año; Que el verano es una época mu mala, y las insolaciones consiguen borrar tatuajes en b&n.

    Ale, qué pancha me he quedao.

    ResponderEliminar
  2. Tan malos, y tan buenos a la vez...!!

    ResponderEliminar