viernes, 21 de agosto de 2009

Educación, que también es gratis

- Achús!
- Jesús!!
- Gracias!

Y no, no tendría nada de raro que yo hubiese estornudado, especialmente con los miniataques de alergia que tengo ultimamente. Tampoco tendria nada de raro que alguien me hubiera contestado, si no fuera porque eran las seis de la tarde de una tarde de sofocante calor, no había nadie más por la calle, él estaba a más de trescientos metros, en la acera contraria, andando en dirección opuesta a la mía... y no le conocía de nada. Pero me gustó el detalle, y no pude menos que reirme, darme la vuelta, y gritarle las gracias.

3 comentarios:

  1. Y él gritó:

    - De nada.

    Y tres horas después...

    - Te quieroooooo.
    - Y yo a tiiiiiiii.

    ...
    ...
    ...

    - No, cuelga tú...
    - No, tú...

    Todo es tannnn bonito...

    ;)

    ResponderEliminar
  2. jajajajaj! mujer, tampoco hay para tanto, no sé ni que cara tenía el chico en cuestión, así que si vuelvo a verle, no le reconoceré!

    ResponderEliminar