martes, 26 de abril de 2011

Demasiado

Se dejó caer en la cama, a su lado, temblando, dándole tiempo, entre caricias, para que su respiración recuperase el ritmo. Le besó la nariz y susurró un te quiero que no obtuvo más respuesta que una sonrisa temblorosa. Leyéndole el pensamiento, añadió. -  Sí, lo sé... Es demasiado pronto. Pero te quiero. Demasiado. - Sonrió y se dejó besar, consciente de que aquel beso era todo lo que conseguiría de sus labios. Se apartó ligeramente, contemplando su cuerpo desnudo, suspiró y retomó su monólogo.
- Voy a dejarte.
-¿Qué...? ¿Cómo? ¿Por qué? - se zafó de su abrazo, se sentó en la cama y le miró fijamente, incapaz de encontrar lógica al razonamiento de su amante.
- Porque te quiero demasiado.
- ¿Por que no te he dicho que te quiero? ¿Que yo también? - se acercó y volvió a besarle - Yo quiero estar contigo, ya lo sabes.
- Pero no me quieres. Y yo te quiero demasiado. No quiero volver a estar en ese lado de la balanza.
- ¿Y cómo vas a averiguar cuánto puedo llegar a quererte si sales corriendo ahora?

2 comentarios:

  1. Últimamente flipo con el "querer y sus circunstancias"...

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  2. Yo siempre he pensado que hay gente que sabe querer y otra gente se deja...

    Besicos

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