sábado, 25 de julio de 2009

9 a.m.

Ayer tuve una cena de cumpleaños, no, esta vez no era del mío, creo que hemos acabado con mis celebraciones. Mi idea era retirarme pronto, porque hoy nos vamos de vacaciones, y había que medio madrugar. Me voy con mis padres(astros) y mis hermanos(astros) al mismo pueblo de playa donde llevo yendo casi 20 años. En el pueblo tengo muchos conocidos, y dos buenas amigas con las que últimamente coincidimos poco. Estaba preocupada porque necesito descansar, y si están estas petardas, no hay forma de quedarse una noche en casa. Ya no tengo 15 años, y a menudo prefiero una partida de algo que salir de fiesta hasta las 9 de la mañana.

Ayer, a las 00:17, cuando estábamos aún tomando una copa, con la risa floja, aprovechando para despedirme de alguna de mi gente de aquí, a la que no veré en casi un mes, me escribió una de ellas: su abuela ha muerto. Lleva todo el invierno enferma, así que ya sabíamos que iba a pasar, pero esta noche apenas he dormido. Es sábado, ayer llegue tarde y estoy escribiendo esto antes de que haya sonado ningún despertador, pese a que mi madre nos amenazó a mi hermana y a mí con toque de diana temprano. La iaia era una mujer encantadora, a la que veía de año en año, precisamente en verano, y precisamente en la playa. Cada año que pasaba te veía más guapa, más simpática, si ibas sin novio, siempre te decía que mejor, que ya tendriamos tiempo para eso. Se peleaba con su hija para que nos dejasen salir hasta más tarde, porque, según decía, eramos jovenes, y eso es lo que teníamos que hacer. Y siempre conseguia una hora más. Hace un par de años que echamos de menos a su marido. Este verano la echaremos de menos también a ella.

1 comentario:

  1. Hace unos veranos murió mi abuela.
    No se me ocurre una sola cosa de esta estación que no me recuerde a ella y, como consecuencia, me haga sonreir :)

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