miércoles, 26 de agosto de 2009

También

Esta mañana me ha cundido un montón (o al menos es la sensación que me ha dado). Sabes que hoy será un buen dia porque te dedicas a reescribir y reescribir (y reducir) cosas que tenías escritas, y en lugar de ponerte de mala hostia, vas asintiendo con la cabeza cada vez que le das al enter. Relees y sonríes y tienes la sensación de que cada vez queda mejor, aunque sea excesivamente corto. Mejor claro y conciso. Paja, la justa, dicen.

He tenido un ataque de hambre demasiado pronto, y justo me ha aparecido una ventanita de messenger invitandome a un japo. Genial. El método 3 combinado con el método 9 siempre me sientan bien.

He decidido venirme a casa después, porque esta noche ha vuelto a ser movidita, y estaba agotada. No tengo muy claro por qué alineación de planetas, nadie comía en casa hoy, así que me he pegado una señora siesta con el mega-sofá para mi sola, viendo Se Lo Que Hicisteis entre parpadeos, una llamada y un mensaje de alguien que me estaba echando de menos.

He abierto el pc, y resulta que me han dedicado esta canción. No es novedad para nadie que me haya leido, o convivido conmigo estos dias, que estoy un poco al límite, por mi culpa, lo sé, pero a veces sucede todo de golpe y no se asimila bien. Esta mañana, he recordado que, a veces, lo mejor para que un día no sea gris, es quererlo. Ahora tengo intención de irme por las fiestas de mi barrio, de ver un correfoc y a un par de mis pequeñas fieras, que se me hacen mayores sin darme cuenta... Lástima que los buenos días también duren 24 horas, eh?

1 comentario:

  1. ¿Te cuento un secreto?: En realidad, los buenos días duran casi casi todo lo que tu quieras, prueba, pero shhhh

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