miércoles, 14 de octubre de 2009

Curso del 63

No soy mucho de Reality Shows, suelen aburrirme, quizás porqué mis propias andanzas suelen tener más de culebrón que los edredonings de GH. Ví el primero, por curiosidad y porqué me quedaba sin tema de conversación en el patio (aún estaba en el cole, que tiempos...!). Me gustaba, y mucho, Operación Triunfo, incluso fuí a una gala y me lo pasé teta, pero me cansé cuando empezó a importar más lo que pasaba dentro de las habitaciones que las canciones. Cada uno tiene sus propias frustraciones, una de las mías es no saber cantar. Lo compenso torturando a mis amigos con el Singstar y sabiéndome casi todas las canciones del panorama musical español, y parte del extranjero. OT me encantaba porqué era mi excusa para ponerme a cantar delante de la tele.

La semana pasada descubrí Curso del 63. En verdad, lo descubrió mi padre que había leído en algún sitio que empezaba y estaba emperrado en verlo. Dejando de lado que dudo que la juventuz española sea tan macarra, cateta y desobediente como la pintan (Dios los cría, y los realities los juntan), el programa me gusta. No hace tanto que dejé el colegio. Un colegio de monjas en el que estuve 15 años y que no tenía nada que ver con esto, pero tampoco con lo que se supone que hay en realidad. No me enseñaron a hablar de usted a los profesores, pero si a los directores, jefes de estudios, bedeles, secretarios y porteros.

Yo era bastante tocacojones, hablaba muchísimo en clase y era tan repelente que me preguntaban "que he dicho" y respondía correctamente. Hacíamos trastadas, y si nos pillaban, nos castigaban: sin patio, con más deberes, y con una bronca en casa. Rebatía muchas cosas, pero jamás insulté a un profesor, por más ganas que tuviera. Y jamás les llamé tío, macho, ni nada por el estilo. Del mismo modo que jamás se me ocurriría decírselo a mis jefes.

No podíamos llevar piercings en lugares visibles, los aros de la boca y las cejas se quitaban o se tapaban con una tirita, aunque si llevabas un brillante en la nariz o 5 agujeros en una oreja nadie te decía nada. Se podía llevar cualquier tipo de ropa, el uniforme que llevamos los primeros años se abolió, porque no queda progre llevarlo, y mis monjas, eran progres. Su concepto de enseñar religióncristianacatolicaapostolicaromana pasaba por decirnos que el islam, el judaísmo, el hinduismo, el catolicismo y todas las religiones que se nos ocurrieran eran en el fondo lo mismo, que lo que importaba era ser bueno.

La religión consistía en pasar un sábado en el cotolengo, en recoger lo que hiciera falta para la última catástrofe de sud-o-centro-américa, en recoger comida y ropa para familias más pobres. Recuerdo con muchísimo cariño el preparar y repartir lotes de Navidad. No hace falta irse a la otra punta del mundo para recibir una sonrisa que sea un gracias desde el corazón.

Volviendo a la ropa, sí, es cierto que podías vestir lo que quisieras, aunque te recomendaban no llevar marcas ostentosas, por el tema de la igualdad, el hábito no hace al monje, pero lo equipara. Y lo que era sagrado es que no podías ir al cole en chanclas, como si fueras a la playa, y no podías enseñar barriga. Hablo de finales de los 90 y principios de esta década, estaba de moda ir enseñando el ombligo, pero nos lo dejábamos para el finde, cuando nos íbamos de fiesta. También se molestaban si enseñabas tanga, braga o calzoncillos. Si les parecía que tu ropa era indecente,su solución era simple, ponte la bata de laboratorio, y fin del problema.

La educación era dura, trabajábamos mucho, quizás demasiado, pero te evaluaban en función de tus posibilidades. Me han suspendido un examen técnicamente aprobado, porqué sabían que no había estudiado. El mismo examen, por alguien que solía hacerlo peor, y que se había copiado de mí, tuvo un 7, porqué para él, llegar a esa nota implicaba un esfuerzo mayor. Si nos hubieran pillado copiando, nos hubieran suspendido a los dos. Cada falta de ortografía quitaba medio punto al examen. Pero si una asignatura me costó más, tuve exámenes semanales y prácticamente clases particulares, hasta que acabé aprobando por mi misma. Teníamos semana de exámenes a final de trimestre, y creías morir en el intento. Si suspendías, no pasabas de curso, pero había recuperaciones.

Me tuvieron manía algunos profesores, era nula en alguna asignatura, pero lo acabamos solucionando. Me tocó esforzarme más, callar la boca, hablar con los jefes de estudios, o lo que fuera. Mis padres jamás amenazaron con plantarse en la puerta del colegio a partirle las piernas al susodicho, se ofrecieron a estudiar conmigo, o a buscarme profesores particulares.

Estoy satisfecha de mi educación, del sistema educativo, de mis padres. Está claro que ahora algo falla cuando estos niños se ponen a llorar y se vuelven a casa porqué les obligan a cortarse el pelo. Menuda mierda de personalidad, si sólo se basa en tu estupenda melena, chaval. Aunque me preocupan más los padres, que aplauden su decisión. La educación, se da en casa; los colegios deberían enseñar, y ayudar a educar, pero eso no exime a nadie de la obligación de ser padre.

El post de hoy no tiene nada que ver con lo que tenía pensado, pero me he puesto a escribir y me he indignado.

5 comentarios:

  1. En mi opinión, lo que más falla es la educación de los padres. Ninguno quiere esforzarse, es mucho más fácil pasar de los hijos que pelearse con ellos.

    El reality este no me gusta nada... lo ví un rato el otro día y me pareció horrible, sobre todo por los lerdos que han metido por alumnos...

    Y lo del pelo: Yo me podría cortar el pelo por alguna buena razón, pero no porque me lo ordenen en un colegio. Entiendo que se exijan cosas como limpieza, higiene, educación... Pero pelo corto? Por qué?

    (Panpoxi!)

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  2. Yo también vi un poco del programa...

    Y es cierto que da mucho miedito, sobre todo las reacciones de algunos padres al comportamiento de sus hijos.

    Tampoco me quejo de mi educación, y la verdad se parece bastante a la tuya. Y estoy orgullosa también.

    Lo que no entiendo es como siguen allí esos chavales llorando, no creo que ninguno cambie a mejor cuando salgan, y más si los padres justifican su comportamiento... La verdad es que lo que más hacen es llorar...

    Me dejó con muchas dudas el programa.

    Saludines,
    YoMisma

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  3. Estoy de acuerdo con las dos. Es inquietante, pero más los padres, que los niños, y más los niños que el programa...

    En cuanto a lo del pelo, Panpo, yo entiendo que no es un colegio, es un programa. Pretenden recrear un ambiente. En el 63, los chicos no podian llevar el pelo largo, y punto. Llevo el pelo largo, y estoy de acuerdo en que es uno de mis signos de identidad, pero... no te metas en un reality si no estás dispuesto a según qué.

    YoMisma [O TuMisma, como he visto qeu te llaman por ahi] supongo qeu si no te putean un poco de pequeño, luego sales... así. Es un precio que estoy encantadísima de haber pagado.

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  4. Yo no ví el programa, pero sí algún anuncio.

    De todas formas, he ido a coles: de monjas, públicos, privados, concertados...

    En todos he encontrado gente educada, maleducada, rebelde, hortera, pijísima... De los públicos ha salido gente tan preparada como para terminar medicina con el número uno de su promoción.
    De los demonjas, las niñas más putas (perdón).

    Y viceversa.

    ¿Ergo?

    Tu frase final:

    La educación debe darse en casa.

    Mi madre no llegaba a explicarme la química COU, y como dices, me puso un profe particular.

    Es muy fácil decir: "es que está en la del pavo: Castigado".

    Y por otro lado... Desde muy pequeña recuerdo queme hacía gracia lo variado de los amigos de mi padre: desde la jet set hasta el pescador más de pueblo que te puedes encontrar... incluso un barrendero...
    Tengo amigas que no salen a la calle sin pintarse las uñas y algún que otro gótico...

    Una camiseta rosa cn cocodrilo no te hace mejor persona que una negra...


    Es posible que ya ni esté hablando de lo que iba el texto... ¿o sí?

    P.D. Se rumorea que en uno de esos coles tan pijos a los que fuí, una niña pidió a la seño que abriese la ventana, que hacía mucho calor, a lo que la señorita en cuestión respondió:

    - Ya están abrías!!

    Flipanding...

    (P.D.: A mí tampoco me cortan el pelo "Porque sí").

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  5. Hola guapa! Yo también vi ayer un poco el programa y me parece aluciante. Qué diferencia de clases las nuestras a las de hoy en dia. No respetan nada, pero es que no tienen huevos ni para revelarse. Nosotros cuando nos revelabamos ibamos hasta el final con todas las consecuencias (no como estos que se mean un poco y se ponen a pelar patatas xD)
    Cuando yo iba a clase a nadie se le ocurría decir tio ni macho ni mucho menos insultar a un profesor (ni el mas malote lo hacía), probablemente porque el guantazo que te llevabas en casa podía ser bestial. Nuestra educación ha sido muy diferente, porque nos han enseñado a respetar al profesor como respetas a un adulto y allí nadie se solía salir del tiesto.
    Es un problema muy grave. Yo no se a donde vamos a llegar...
    Un beso, buena actu!

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