domingo, 9 de mayo de 2010

Irrupción

Apareció en mi vida como lo hacen las mejores cosas: de puta casualidad. Fue a última hora de un viernes muy divertido y algo agitado. O quizás muy agitado y algo divertido, ya no estoy muy segura. Lo que sé es que lo hizo cuando yo ya no esperaba ninguno más. Me gustó su presencia, y algo en su nombre me cautivó, pero el día se acabó, me metí en mi cama agotada y a la mañana siguiente no me acordé ni de su nombre, ni de esa sensación.

Pasaron los días y, aunque le vi en varias ocasiones, creo que no era consciente de su presencia. Nada me impulsó a acercarme. Un miércoles por la noche, en una semana un tanto convulsa y con más cosas que hacer que horas para hacerlas, su presencia se me manifestó de repente. Como inevitable. ¿Cómo no podía haberme dado cuenta antes? Su irrupción en mi vida iba a ser la solución a todos mis problemas. Me fui a la cama con el absoluto propósito de hacer que el día siguiente fuera el día.

Y el jueves llegó. Y lo hice. Vaya si lo hice. En menos de un par de horas supe que se convertiría en una presencia imprescindible en mi vida. Al menos durante una temporada.

5 comentarios:

  1. Un texto que da pie a pensar miles de cosas, eso es precisamente por lo que más me ha gustado.

    Besos, chaoo!!

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  2. La verdad es que da que pensar. No se si hablamos de algo material o de alguien..Pero a mi también me ha gustado mucho.

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  3. Me encantan las presencias imprescindibles, y que no lo creas para siempre, sea físico, inmaterial, persona o cosa...

    PERO ME MUERO DE INTRIGA!!

    ¿Qué es? ¿Qué es?

    Saludines,
    YoMisma

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  4. Pensaba dejar pasar unos días más hasta el final... pero en vista de que no sé si podréis resistirlo, estaros atentas mañana ;)

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  5. no me ayudas nada con el insomnio...

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