lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Todavía crees en él?

Hace unos días, un anónimo que no lo es tanto me lanzó, entre muchas reflexiones, una pregunta. No sé cuantas veces debió leer el mi post antes de atreverse a comentarlo, aunque no sea la primera vez que lo haga. Pero sí se lo que me ha costado a mi escribir la respuesta.

Dejé de creer en su magia, en nuestra magia, hace tiempo. Perdí incluso la capacidad de sonreír con el recuerdo. Hubo un momento, hará poco más de un año, en que creí que podría volver a hacerlo. Recordar y sonreír. Siempre he pensado que así deberíamos actuar todos al mirar el pasado. Es curioso que sea el único con quien no lo he conseguido. Quizás es que a nadie debería romperle el corazón dos veces la misma persona. Quizás es que, aunque quería hacerlo, no me quedaban fuerzas.

Deposité, otra vez, demasiada confianza en él. Le cargué con el peso de conseguirlo. El juego de siempre. Él dijo que lo haría y yo quise creerle. Yo no se lo había pedido, pero siempre he sido como un niño pequeño. Si dicen que el domingo me llevarán al parque, el domingo espero que lo hagan. Le conozco lo suficiente para saber que cuando lo dijo, lo creía. Quería. Pero en algún momento del camino lo olvidó. Quizás porque lo urgente nunca deja tiempo para lo importante. O quizás porque dejé de ser importante.

Más de un año. Lo escribo y ni siquiera yo me lo creo. Y todavía alguno pregunta por qué es demasiado. Yo sigo buscando el camino de regreso al país de nunca jamás. Encuentro atajos en el fondo de una mirada cómplice que no necesita palabras, cuando alguien me abraza y me da las gracias por hacer que su vida sea un poco más fácil, en las historias que me cuenta mi pequeño demonio una vez por semana, en los millones de mails con intentos de quedadas, incluso en las no consumadas, en las gotas de sudor que recorren la espalda de mi amante y en la sonrisa de niño travieso que me regala, cuando la magia irrumpe en vidas ajenas pero cercanas, en un bongiornoprincipessa cada mañana.

Pero creo que, una vez dejas de creer, nunca puedes volver del todo. No se pueden cumplir años hacia atrás ni recuperar la inocencia perdida. A veces temo que ya nadie llegue tan adentro como para poder hacerme daño.

2 comentarios:

  1. no, una vez la magia se rompió, y mi corazón al mismo tiempo, ya no puedo volver a creer en ella.
    aunque la siga queriendo.
    quizá pueda recordar y sonreir pasado un tiempo, ahora no.

    ResponderEliminar
  2. http://www.youtube.com/watch?v=_Kp1GB1iB4Y&feature=related

    ResponderEliminar